El adulto, que por falta de tiempo o de medios, no ha podido participar en la vida superior del espíritu, tiene derecho a esperar de la ciudad, que esta le asegure un contacto con la cultura general y desinteresada, que le permita no ya recorrer todo su ámbito, sino adquirir una visión de conjunto ajena a toda preocupación utilitaria o profesional (Pierre de Coubertin, 1929)
Madrid, 13-15 Junio, 1990